El titular de la Secretaría de Economía de México, Marcelo Ebrard, afirmó este viernes que el Gobierno mexicano está a la espera de conocer los lineamientos oficiales para aplicar descuentos a los aranceles a la industria automotriz, impuestos recientemente por Estados Unidos.
Durante su intervención en la Feria Aeroespacial México (FAMEX) 2025, celebrada en la base aérea militar de Santa Lucía, Estado de México, Ebrard explicó que México no fue incluido en la lista de países afectados por los llamados “aranceles recíprocos” anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump el pasado 2 de abril.
“La mayor parte de nuestro comercio no tiene aranceles. Lo que sí está gravado son los vehículos automotores, y estamos esperando la norma que indicará cómo se van a aplicar los descuentos. Esa norma se publicará hoy o el lunes”, declaró el funcionario.
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Ebrard subrayó que la industria automotriz mexicana está altamente integrada con la estadounidense, lo que podría jugar a favor del país a la hora de determinar qué modelos y componentes podrían ser objeto de reducción de impuestos.
“Firmamos el T-MEC en 2019 con el compromiso de aumentar el contenido regional. Eso lo hacen los tres países. Habrá descuentos por modelo: entre más componentes tengan de la región, más barato resultará el arancel”, añadió.

Fotografía de archivo de trabajadores en una planta de ensamblaje de vehículos en San Luis Potosí (México). EFE/ Carlos Ramírez
Negociaciones continúan para mitigar los aranceles a la industria automotriz
Marcelo Ebrard también señaló que México mantiene conversaciones permanentes con las autoridades estadounidenses para limitar el impacto de los aranceles a la industria automotriz. Según explicó, los gravámenes afectan principalmente a autopartes y vehículos que no cumplen con los requisitos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La administración de Trump impuso un arancel del 25 % a productos automotrices que provengan de fuera de la región de libre comercio norteamericana. Sin embargo, México y Canadá fueron excluidos inicialmente de esas medidas como parte de una estrategia diplomática que busca evitar tensiones mayores en la región.
“Todavía no se cierra la negociación, pero vamos por buen camino. Esta semana tuvimos reunión el miércoles. Cada semana estamos ahí. Ya me conocen, yo y el equipo vamos constantemente porque hay que convencer, persuadir y evitar cualquier malentendido”, comentó Ebrard.
El secretario de Economía también enfatizó que este tipo de negociaciones son fundamentales, ya que la industria automotriz representa uno de los pilares de la economía mexicana. En 2024, México exportó más de 3 millones de vehículos ligeros, siendo Estados Unidos su principal destino.
Foto: Hilda Ríos/EFE
Aranceles a la industria automotriz, parte de la estrategia política de Trump
El anuncio de aranceles a la industria automotriz ha sido interpretado por analistas como parte de una estrategia política del presidente Donald Trump, quien ha usado el comercio como herramienta para presionar a sus socios regionales. En febrero, el mandatario norteamericano señaló que impondría sanciones comerciales a México y Canadá por lo que consideraba una insuficiente cooperación en temas migratorios y de seguridad, particularmente en el combate al tráfico de fentanilo.
Aunque posteriormente suspendió temporalmente la aplicación de estos aranceles, el 2 de abril Trump introdujo una nueva política de “aranceles recíprocos”, que implican tasas del 10 % en general y hasta del 25 % para ciertos sectores estratégicos. China y la Unión Europea fueron las regiones más afectadas, pero México quedó exento de la medida.
Pese a ello, algunas industrias mexicanas, como la del acero, el aluminio y, especialmente, la automotriz, siguen expuestas a decisiones unilaterales que podrían modificar su competitividad en el corto plazo.
El pasado lunes, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que, durante su llamada telefónica con Trump del 16 de abril, no logró un acuerdo para reducir los aranceles al acero, al aluminio ni a los productos automotrices. Sin embargo, el gobierno mexicano continúa apostando por la vía diplomática para resolver estos temas.