El gobierno de Estados Unidos elogió este martes los avances logrados por la administración de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en materia de control fronterizo y seguridad migratoria. Funcionarios estadounidenses reconocieron públicamente el trabajo coordinado que ha permitido reducir el número de cruces irregulares en la frontera sur y frenar la actividad del crimen organizado.
Durante una conferencia de prensa en el Departamento de Estado, la viceportavoz Mignon Houston afirmó que “gracias al liderazgo de la presidenta Sheinbaum, hemos visto resultados tangibles en la seguridad de nuestra frontera”. La funcionaria señaló que el control fronterizo ha mejorado considerablemente desde el inicio del nuevo gobierno mexicano, lo cual ha sido clave para la cooperación bilateral en materia de migración y seguridad.
México refuerza su control fronterizo con más agentes y extradiciones
Uno de los principales logros destacados por Houston fue el incremento del personal desplegado por México en la región fronteriza. “Han enviado más de 10.000 agentes de la Guardia Nacional para fortalecer el control fronterizo, lo que representa un esfuerzo significativo por parte del Gobierno de México”, explicó.
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A ello se suma la reciente extradición de 29 líderes de organizaciones criminales solicitados por la justicia estadounidense. Según datos del Departamento de Estado, esta cooperación ha permitido desmantelar redes de tráfico de personas, drogas y armas que operaban a ambos lados de la frontera.
Vista de inmigrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos durante un operativo en la frontera con México, en una fotografía de archivo. EFE/Allison Dinner
Además, el gobierno de Sheinbaum ha aceptado recibir vuelos con migrantes deportados desde Estados Unidos, incluyendo a ciudadanos de terceros países, una medida que ha sido clave para acelerar los procesos de repatriación y descongestionar los centros de detención migratoria en Texas, Arizona y California.
La cooperación binacional fortalece la estrategia de control fronterizo
El fortalecimiento del control fronterizo ha sido uno de los pilares del diálogo bilateral entre Estados Unidos y México durante los primeros meses del nuevo gobierno. Según fuentes diplomáticas, la relación entre ambos países ha sido fluida pese a las tensiones iniciales derivadas de las amenazas arancelarias lanzadas por Donald Trump tras asumir su segundo mandato.
El subsecretario de Estado Christopher Landau, quien anteriormente se desempeñó como embajador en México, inició esta semana una gira por el sur del continente. Su primera parada será Ciudad de México, donde se reunirá con autoridades federales y representantes de organismos internacionales que operan en la frontera.
Vista de inmigrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos durante un operativo en la frontera con México, en una fotografía de archivo. EFE/Allison Dinner
“Confío plenamente en que esta visita reforzará la colaboración en materia de seguridad, comercio y desarrollo económico. El control fronterizo es solo una parte de una agenda más amplia que estamos construyendo juntos”, indicó Mignon Houston al referirse al viaje.
También se prevé que Landau visite El Salvador y Guatemala, dos países clave en el flujo migratorio regional, para discutir nuevas iniciativas de desarrollo económico, combate al narcotráfico y prevención del desplazamiento forzado.
Sheinbaum busca equilibrio entre seguridad y derechos humanos
Desde que asumió la presidencia en octubre de 2024, Claudia Sheinbaum ha impulsado una política de control fronterizo enfocada en contener los flujos migratorios sin perder de vista el respeto a los derechos humanos. Aunque su estrategia ha sido bien recibida por Washington, algunos sectores de la sociedad civil mexicana han expresado preocupación por el uso creciente de fuerzas militares en tareas migratorias.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha solicitado al gobierno garantizar el cumplimiento de protocolos humanitarios en los operativos fronterizos, especialmente en zonas con presencia de niños, familias y personas solicitantes de asilo.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha defendido las acciones de la Guardia Nacional, argumentando que el despliegue se da en coordinación con organismos internacionales como la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
A pesar de las críticas, el gobierno de Sheinbaum mantiene una aprobación mayoritaria en su manejo del tema fronterizo. Una encuesta reciente del diario El Financiero mostró que el 63% de los mexicanos aprueba la política migratoria de su presidenta, especialmente por el enfoque de corresponsabilidad regional que ha promovido ante Estados Unidos y Centroamérica.
EE.UU. insiste en frenar el tráfico de fentanilo
En paralelo al avance del control fronterizo, Washington ha presionado a México para que refuerce sus acciones contra el tráfico de fentanilo, una de las principales causas de muerte por sobredosis en Estados Unidos. Según datos de los CDC, más de 70,000 personas murieron por sobredosis de opioides sintéticos en 2024.
El presidente Trump ha amenazado con imponer aranceles a todas las importaciones mexicanas si no se logran avances concretos en la reducción del tráfico de esta sustancia, especialmente a través de los puertos del Pacífico y los cruces terrestres del norte.
México ha respondido con la creación de una unidad especial antidrogas y la firma de nuevos convenios con autoridades estadounidenses para rastrear cargamentos sospechosos desde su origen en Asia hasta su destino final. Aunque los resultados aún están en proceso de evaluación, ambos gobiernos han destacado la importancia de mantener una comunicación constante en este frente.