¿México quedará exento de los aranceles al acero de EE.UU.?
El gobierno mexicano está trabajando activamente para quedar excluido del nuevo aumento en los aranceles al acero y al aluminio anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La medida, que eleva los impuestos del 25% al 50% para ciertos productos metálicos importados, entrará en vigor este miércoles y ha encendido las alarmas tanto en México como en la industria estadounidense.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que sostendrá una reunión este viernes en Washington con altos funcionarios de la administración estadounidense para presentar el caso de México. Según explicó, el objetivo es demostrar que imponer aranceles de esta magnitud a productos mexicanos sería perjudicial para ambas economías.
Aranceles dobles: una amenaza para el comercio bilateral
Te Recomendamos
La decisión del presidente Trump de duplicar los aranceles al acero y al aluminio tiene como justificación oficial la protección de la industria manufacturera estadounidense. Sin embargo, expertos advierten que esta medida podría desatar represalias comerciales, encarecer productos y complicar la ya estrecha cadena de suministros entre los dos países.
“Este tipo de medidas afectan directamente a sectores clave tanto en México como en Estados Unidos, como el automotriz, el de electrodomésticos y la construcción”, explicó Ebrard en declaraciones públicas. “Es una decisión insostenible desde el punto de vista económico”.
México es uno de los principales proveedores de acero para Estados Unidos. De acuerdo con datos del Departamento de Comercio, el país exportó más de 3 millones de toneladas de productos de acero a EE.UU. en 2024, principalmente acero plano y productos terminados.
Industria mexicana en alerta ante impacto económico
Empresarios y representantes del sector siderúrgico mexicano han expresado su preocupación por las consecuencias que traería esta medida. Los nuevos aranceles afectarían directamente a la competitividad de los productos mexicanos, incrementando los costos y disminuyendo la demanda en su principal mercado de exportación.
La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (CANACERO) advirtió que si México no queda exento, se corre el riesgo de perder miles de empleos y de generar un efecto dominó en cadenas productivas que dependen del acero y el aluminio para operar.
Además, algunos sectores señalan que la decisión contradice los principios del acuerdo comercial T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), que promueve un comercio más abierto entre los tres países.
Comparación con Reino Unido: un precedente clave
La esperanza de México se basa, en parte, en el reciente acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y Reino Unido, en el cual este último logró mantener un arancel del 25% para su acero y aluminio, evitando el incremento anunciado por la Casa Blanca.
Ebrard subrayó que México presentará argumentos similares en su reunión en Washington, apelando a la integración económica regional y a la necesidad de fortalecer la competitividad conjunta frente a terceros mercados, como China.
“El comercio entre México y Estados Unidos no solo es intenso, sino estratégico”, explicó el funcionario. “Nuestras industrias están integradas, y lo que se afecte en un lado, repercute en el otro”.
Aumento de precios y efectos en consumidores estadounidenses
Analistas económicos también advierten que estos aranceles, lejos de proteger la industria nacional, podrían terminar golpeando al consumidor estadounidense. Productos cotidianos como latas de alimentos, herramientas, electrodomésticos y automóviles podrían experimentar un alza en sus precios debido al encarecimiento de las materias primas.
“Se trata de una medida que puede tener un efecto búmeran”, señaló un economista del Peterson Institute for International Economics. “Aumenta los costos de producción para las empresas estadounidenses que dependen de acero y aluminio importado, y eso termina reflejándose en el precio final para el consumidor”.
Expectativa ante la postura de la Casa Blanca
A solo horas de que los nuevos aranceles entren en vigor, el gobierno mexicano apuesta a una solución diplomática. El encuentro del viernes será clave para definir si México logra quedar fuera de la medida, como ocurrió en anteriores episodios durante el mandato de Trump.
Aunque no se ha confirmado quiénes participarán del lado estadounidense en la reunión con Ebrard, se espera que el tema también forme parte de conversaciones bilaterales más amplias sobre comercio e integración económica.
Por ahora, la incertidumbre predomina en el sector industrial mexicano, que aguarda con preocupación el desenlace de esta gestión diplomática.