Durante su conferencia matutina del martes 28 de mayo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó que se sigue avanzando en la entrega de agua a Estados Unidos, conforme a lo establecido en el Tratado de Aguas de 1944. Este acuerdo binacional establece que México debe entregar 2,158 millones 605 mil metros cúbicos de agua en un periodo de cinco años. La fecha límite del actual ciclo es el 24 de octubre de 2025.
“En el marco de 1944, se hicieron una serie de acuerdos para la entrega de agua y va avanzando”, declaró la mandataria desde Palacio Nacional.
El pronunciamiento de Sheinbaum se da en un contexto de creciente presión climática sobre los estados del norte, donde la sequía y el uso ilegal del recurso han generado tensiones sociales, políticas y diplomáticas.
Te Recomendamos

ENTREGA DE AGUA A ESTADOS UNIDOS Y LA CRISIS HÍDRICA EN EL NORTE DE MÉXICO
El cumplimiento del tratado se ha vuelto cada vez más complejo debido a la escasez de agua en entidades como Coahuila, Chihuahua, Durango y Sonora. Sheinbaum mencionó que estos estados enfrentan altos niveles de estrés hídrico, lo que ha complicado la distribución equitativa del recurso.
En este escenario, la presidenta señaló el caso del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, quien fue denunciado por el uso ilegal de agua en una propiedad privada. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ingresó recientemente a este rancho tras detectarse posibles irregularidades.
“Hay personas que sí tienen agua todos los días y están apropiándose de manera ilegal de un recurso que es de todas y todos los mexicanos”, denunció Sheinbaum.
De acuerdo con datos del Monitor de Sequía de México de la Conagua, hasta abril de 2025, más del 70% del territorio de Chihuahua y el 80% de Durango presentaban algún grado de sequía, con regiones en sequía severa o extrema. La falta de lluvias ha agravado la disponibilidad de agua superficial, lo que ha llevado a un mayor uso de pozos y sistemas de bombeo para satisfacer la demanda agrícola e industrial.
ENTREGA DE AGUA A ESTADOS UNIDOS Y EL TRATADO DE 1944: UN COMPROMISO BILATERAL
El Tratado de Aguas de 1944 es un acuerdo histórico firmado entre México y Estados Unidos que regula el uso compartido de las aguas del Río Bravo y el Río Colorado. Mientras que Estados Unidos se compromete a entregar anualmente 1,850 millones de metros cúbicos de agua del Río Colorado a México, nuestro país debe entregar, en promedio, 432 millones de metros cúbicos por año desde los afluentes del Río Bravo.
Aunque el tratado ha permitido una cooperación sostenida entre ambos países, también ha generado tensiones recurrentes, especialmente en años de sequía. El ciclo actual, que comenzó en 2020, concluye en octubre de 2025, y el gobierno mexicano está en proceso de acelerar la entrega de agua para evitar incumplimientos como el que ocurrió en 2020, cuando México cerró el ciclo con déficit, lo que derivó en protestas sociales en Chihuahua y cuestionamientos diplomáticos.
A raíz de ese episodio, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Conagua y gobiernos estatales han buscado nuevas estrategias de gestión hídrica y diálogo para evitar fricciones, como la construcción de infraestructura de almacenamiento, la modernización de canales de riego y una mayor fiscalización del uso del agua.


ENTREGA DE AGUA A ESTADOS UNIDOS: RESPUESTA OFICIAL Y ACCIONES COMPLEMENTARIAS
La entrega de agua a Estados Unidos ha sido abordada de forma prioritaria por el gobierno de Sheinbaum desde su llegada al poder. Según informó la titular de la Conagua, Germán Martínez Santoyo, se están haciendo obras para aumentar la capacidad de captación en presas como La Boquilla, El Granero y Las Vírgenes, en el norte del país.
Además, se ha reforzado la vigilancia en cuencas prioritarias para evitar desvíos ilegales de agua. En abril, más de 70 inspecciones fueron realizadas en Chihuahua y Durango para verificar el cumplimiento de los títulos de concesión y detectar tomas clandestinas.
Por otro lado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) ha emitido recomendaciones a los productores para implementar sistemas de riego más eficientes. En paralelo, la Comisión Nacional del Agua ha iniciado campañas informativas sobre el uso responsable del agua y la corresponsabilidad ciudadana en el cumplimiento del tratado.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, reconoció recientemente el esfuerzo del gobierno mexicano. “El Tratado de 1944 es un ejemplo de cooperación que ha beneficiado a ambos países durante décadas. Confiamos en que México continuará cumpliendo sus compromisos”, mencionó durante un evento diplomático en Ciudad Juárez.

CONTEXTO SOCIAL Y POLÍTICO EN TORNO A LA ENTREGA DE AGUA A ESTADOS UNIDOS
Las implicancias sociales de la entrega de agua a Estados Unidos han sido particularmente visibles en el estado de Chihuahua. En 2020, productores agrícolas se enfrentaron con elementos de la Guardia Nacional en la presa La Boquilla, en protesta por el desvío de agua hacia territorio estadounidense. El conflicto dejó como saldo la muerte de una mujer y varios heridos.
Aunque el gobierno de Claudia Sheinbaum ha buscado evitar confrontaciones, el tema continúa siendo políticamente delicado. Organizaciones campesinas como El Barzón y asociaciones de productores han exigido una mayor transparencia en los procesos de entrega, argumentando que no se debe afectar el consumo local ni el desarrollo agropecuario.
En respuesta, el gobierno federal ha prometido que el cumplimiento del tratado no se hará a costa del abasto humano ni de las necesidades prioritarias de los productores. También se han ofrecido compensaciones técnicas y económicas a quienes puedan verse afectados por la redistribución del recurso.
PERSPECTIVAS CLIMÁTICAS PARA EL CIERRE DEL CICLO 2020–2025
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, se prevé que el verano de 2025 tenga lluvias por debajo del promedio histórico en gran parte del norte del país. Este pronóstico refuerza la urgencia de acelerar los trabajos de entrega de agua a Estados Unidos, ya que una nueva sequía podría limitar la disponibilidad del recurso y dificultar la meta de entrega de más de 500 millones de metros cúbicos que restan por cumplirse.
A pesar de los desafíos, la presidenta Sheinbaum insistió en que México cumplirá con su obligación. “Se están tomando todas las medidas para garantizar que el país esté al día con el tratado. No se va a repetir el escenario de 2020”, subrayó en La Mañanera.

