Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, el 24 de febrero de 2022, el mundo ha estado atento al desarrollo de uno de los conflictos armados más devastadores del siglo XXI. Sin embargo, en términos de víctimas mortales, la violencia en México ha superado con creces las cifras oficiales de fallecidos en ese conflicto.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre febrero de 2022 y marzo de 2025 se han registrado 79,333 homicidios dolosos en territorio mexicano. En contraste, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha confirmado la muerte de 12,700 civiles en Ucrania durante el mismo periodo, excluyendo combatientes.
Estas cifras reflejan que la violencia en México ha cobrado seis veces más vidas que una guerra a gran escala entre dos naciones, un hecho que ha provocado múltiples llamados de atención por parte de organismos internacionales, defensores de derechos humanos y expertos en seguridad.
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Violencia en México: más de 386,000 homicidios desde 2006
La violencia criminal en el país no es un fenómeno reciente. Desde el año 2006, cuando el expresidente Felipe Calderón lanzó la llamada “guerra contra el narco”, la violencia en México se ha recrudecido año tras año. Las cifras acumuladas superan los 386,000 homicidios dolosos en menos de dos décadas, una tendencia que no ha logrado revertirse pese a múltiples estrategias de seguridad implementadas por distintos gobiernos.
Organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel del Noreste, entre otros, libran cruentas batallas por el control de rutas de tráfico, plazas estratégicas, zonas de producción de drogas sintéticas y otras actividades ilícitas como el secuestro, la extorsión, el tráfico de personas y el robo de hidrocarburos.
La lógica de guerra entre estos grupos ha convertido a regiones enteras en zonas de alto riesgo, con enfrentamientos armados, desplazamientos forzados, desapariciones y asesinatos. En muchos casos, la violencia en México impacta principalmente a civiles inocentes, atrapados entre organizaciones delictivas o víctimas colaterales de operativos de las fuerzas de seguridad.

Fotografía de archivo del 9 de febrero de 2024 de personal del Ejército Mexicano realizando labores de vigilancia en Ciudad Juárez, en Chihuahua (México). EFE/ Luis Torres
Comparación con la guerra en Ucrania
La guerra en Ucrania, con toda su brutalidad y alcance internacional, ha tenido un saldo devastador. Más de 12,700 civiles han muerto, según la ONU, mientras millones han sido desplazados y ciudades enteras han sido arrasadas por bombardeos.
Sin embargo, a pesar de esa magnitud, la violencia en México ha dejado una cifra de víctimas civiles mucho mayor en un país que, oficialmente, no se encuentra en guerra.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió en marzo de este año que “la violencia letal en contextos no bélicos, como la que se vive en América Latina, debe preocupar tanto como los conflictos armados tradicionales”. En ese mismo informe, reconoció que “México es uno de los países con mayores tasas de homicidio en el mundo, pese a no estar en una guerra declarada”.
Violencia en México: estructuras criminales dominan el territorio
Uno de los principales problemas señalados por expertos es la capacidad de las estructuras criminales para operar con impunidad en buena parte del territorio nacional. Según un informe del Gabinete de Seguridad del actual gobierno, en México operan al menos 10 grandes organizaciones criminales, además de decenas de células armadas locales que responden a los intereses de estos grupos mayores.
El control territorial de estos grupos no solo se limita al narcotráfico. También dominan sectores del comercio informal, transporte público, construcción, minería y otras industrias locales, en donde imponen cobros de piso, ejercen control social y han penetrado estructuras políticas y policiacas.
Esto ha dificultado la implementación de una estrategia efectiva para contener la violencia en México, y ha hecho que buena parte de la ciudadanía desconfíe de las instituciones de seguridad y justicia.
Gobierno de Sheinbaum y estrategia de seguridad
La presidenta Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo el 1 de octubre de 2024, ha prometido revisar la estrategia de seguridad nacional. Aunque ha descartado un incremento del despliegue militar en las calles, como ocurrió en administraciones anteriores, sí ha mantenido la presencia de la Guardia Nacional en las zonas más conflictivas del país.
Sin embargo, diversas organizaciones civiles han advertido que las políticas de seguridad actuales aún no ofrecen resultados tangibles. La tasa de homicidios dolosos se mantiene estable en niveles muy altos, con un promedio de 90 asesinatos por día durante el primer trimestre de 2025.
Mientras tanto, la percepción de inseguridad entre la población sigue siendo elevada. La más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI revela que más del 67 % de los ciudadanos considera que vivir en su ciudad es inseguro.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum (c), en el desfile militar por el 112 aniversario de la ‘Marcha de la Lealtad’. EFE/Mario Guzmán