Este martes, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, negó ante el Senado que su administración esté considerando apoyar un proyecto televisivo tipo reality con inmigrantes aspirantes a la ciudadanía estadounidense, luego de que surgieran reportes que indicaban que dicha propuesta estaba siendo evaluada.

Reality con inmigrantes: la controversia que no fue
El rumor inicial sobre un reality con inmigrantes fue divulgado por el diario británico The Daily Mail, que afirmó que el DHS de Estados Unidos estaría evaluando un programa donde los participantes inmigrantes competirían para ganar la ciudadanía estadounidense. Esta idea, inédita y polémica, provocó un amplio debate en medios y redes sociales.
Sin embargo, en una audiencia en el Senado, Kristi Noem fue clara: “No tenemos planes de realizar un reality show”, desmintiendo así la información.
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La subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, emitió un comunicado la semana pasada aclarando que Noem “no ha respaldado ni conoce la propuesta de ningún programa de ficción o telerrealidad”. Añadió que el proyecto “no ha recibido ni aprobación ni rechazo formal” y que está en una etapa muy preliminar de revisión.
Reality con inmigrantes: el proceso de evaluación en el DHS
En palabras de la portavoz del DHS, la agencia recibe anualmente “cientos de propuestas para programas de televisión”, cada una de las cuales se somete a un riguroso proceso de análisis antes de decidir si se aprueba o se descarta.
El proyecto del supuesto reality con inmigrantes todavía está en fases iniciales y no existe ningún compromiso oficial para avanzar en su producción.
En declaraciones al Wall Street Journal, McLaughlin explicó que la evaluación apenas comienza y que aún no se ha definido si el programa cumplirá con los criterios éticos y legales del departamento.

Reality con inmigrantes: la visión del productor
El productor Rob Worsoff, quien propuso la idea al DHS, aseguró que el programa se concibe como “una celebración de ser estadounidense y del privilegio de obtener la ciudadanía”.
En respuesta a las críticas que comparaban el concepto con un formato de competencia cruel, Worsoff señaló: “Esto no es ‘Los Juegos del Hambre’ para inmigrantes. No es ‘Si pierdes, te enviamos fuera del país».
Este programa habría surgido en un contexto político complejo. Desde que Donald Trump regresó a la presidencia en enero, su administración ha adoptado una política migratoria estricta, incluyendo planes para una deportación masiva de personas indocumentadas.
Reality con inmigrantes en el contexto de la política migratoria actual
La controversia del supuesto reality con inmigrantes coincide con decisiones recientes de la Administración Trump para limitar la ciudadanía por nacimiento. La semana pasada, el gobierno defendió ante la Corte Suprema una orden ejecutiva que restringiría el derecho automático a la ciudadanía para los hijos de padres indocumentados o con visas temporales.
Esta política podría afectar a cientos de miles de bebés nacidos cada año en Estados Unidos, según estimaciones del Migration Policy Institute, generando críticas de grupos defensores de derechos humanos y de inmigrantes.
Reality con inmigrantes y la agenda del DHS
Aunque el proyecto de un programa televisivo de este tipo no ha sido aprobado ni formalmente rechazado, el hecho de que haya llegado a las primeras etapas de evaluación refleja el interés del DHS en explorar nuevas formas de comunicar su política migratoria y en reforzar su agenda bajo la administración actual.
El uso de formatos mediáticos como los reality shows para promover valores nacionales o incentivar comportamientos ciudadanos no es novedoso, pero vincular la naturalización a una competencia pública generó alarma y rechazo social.
Reality con inmigrantes: repercusiones y debates sociales
La idea de un reality con inmigrantes para obtener la ciudadanía ha desatado preguntas éticas sobre la dignidad y los derechos humanos. Expertos en migración coinciden en que la ciudadanía debe ser un derecho regulado por leyes, no un premio de concurso.
Organizaciones internacionales, activistas y legisladores han manifestado su rechazo a esta propuesta, calificándola de sensacionalista y contraproducente para la integración de los inmigrantes en Estados Unidos.