El presidente Donald Trump anunció este jueves que su administración prepara ajustes a su política migratoria para proteger a agricultores, trabajadores del sector hotelero y otras industrias que dependen de mano de obra inmigrante. A través de una publicación en su red social Truth Social, el mandatario reconoció que la ofensiva migratoria actual está afectando la disponibilidad de trabajadores esenciales en diversas regiones del país.
Aunque no ofreció detalles concretos sobre los cambios que implementará, Trump aseguró que firmará una orden ejecutiva próximamente y que su enfoque buscará equilibrar la necesidad de seguridad con la protección de sectores productivos clave en Estados Unidos.
Trump planea ajustes a su política migratoria para enfrentar la escasez de trabajadores
«Nuestros agricultores y trabajadores del sector hotelero y de ocio han señalado que nuestra política migratoria agresiva les está quitando excelentes trabajadores con muchos años de experiencia, que son casi imposibles de reemplazar», escribió Trump en su red social.
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Protesta en Puerto Rico por las políticas migratorias de Trump. Foto: Thais Llorca/EFE
Estas declaraciones reflejan un giro en su discurso habitual, centrado en deportaciones masivas. En esta ocasión, el presidente admitió que muchos de los inmigrantes afectados por redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no tienen antecedentes penales, y que su ausencia está generando un impacto económico no previsto.
“Debemos proteger a nuestros agricultores, pero sacar a los criminales de EE.UU. ¡Se avecinan cambios!”, expresó, aunque sin especificar qué medidas concretas se aplicarán ni cuándo entrarían en vigor.
El impacto de la política migratoria sobre el campo y los servicios
Los ajustes a la política migratoria para proteger a agricultores han sido una demanda constante de distintos sectores empresariales y gremios agrícolas. Desde hace años, organizaciones del agro alertan que la falta de trabajadores inmigrantes pone en riesgo la producción y distribución de alimentos, además de elevar los costos para consumidores.
Según el Departamento de Agricultura de EE.UU., más del 70% de la mano de obra agrícola en el país es de origen latinoamericano, y muchos trabajadores no cuentan con un estatus migratorio regular. Esto los convierte en blancos de redadas y deportaciones, reduciendo significativamente la fuerza laboral disponible en las temporadas de cosecha.
Un hombre trabajando en el campo. Foto: EFE Verde
Trump mencionó que ha escuchado personalmente las preocupaciones de granjeros que dependen de trabajadores que llevan décadas desempeñando sus labores con eficiencia. “Hay muy buenos trabajadores. Han trabajado durante 20 años. No son ciudadanos, pero han resultado ser excelentes”, señaló el mandatario en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
El presidente reconoció que no es viable expulsar a todos los trabajadores indocumentados sin afectar directamente a quienes sostienen industrias críticas. “No podemos llevarnos a los agricultores, a toda su gente y deportarlos porque quizás no tengan lo que se supone que deberían tener”, explicó.
Sin detalles claros sobre los cambios migratorios
Aunque el discurso sugiere una posible flexibilización temporal o selectiva de las redadas, los ajustes a la política migratoria para proteger a agricultores aún no han sido formalizados en documentos oficiales ni órdenes ejecutivas. El Departamento de Agricultura, consultado por medios estadounidenses, tampoco brindó detalles sobre planes inmediatos.
Un portavoz indicó solamente que “los planes del presidente Trump de poner a los granjeros primero incluyen fortalecer la mano de obra agrícola y mejorar los programas de visados H2A y H2B”, sin especificar cómo se llevarán a cabo esas acciones ni en qué plazo.
Desde abril, el presidente ya había dejado entrever que evaluaba detener temporalmente las deportaciones de trabajadores agrícolas, sugiriendo que podrían ser expulsados y luego regresados como empleados legales. No obstante, esta propuesta fue confusa y no tuvo seguimiento legislativo o reglamentario concreto.
En ese entonces, Noticias Telemundo solicitó comentarios al respecto, pero la Casa Blanca no ofreció información adicional. Ahora, con las nuevas declaraciones de junio, se reabre el debate sobre cómo equilibrar las exigencias de seguridad fronteriza con las necesidades económicas reales del país.
La promesa de “cambios” llega en medio de un año electoral tenso, en el que Trump busca consolidar apoyo tanto en sectores conservadores como en áreas rurales productivas, donde los votantes tradicionalmente republicanos dependen de una fuerza laboral migrante estable.
Por su parte, defensores de derechos de los migrantes alertan que el discurso ambiguo del presidente solo genera más incertidumbre. “Trump reconoce que los inmigrantes son esenciales, pero no propone soluciones claras ni legales que protejan a quienes ya están aquí trabajando”, señaló Maribel Hernández, directora del Centro de Apoyo al Inmigrante en Texas.
Entretanto, miles de trabajadores agrícolas continúan en riesgo, mientras organizaciones civiles y sindicatos exigen una reforma migratoria que contemple no solo la necesidad de trabajadores temporales, sino también vías hacia la regularización para quienes ya contribuyen activamente a la economía nacional.