Crece tensión China–EE.UU. tras advertencia por Taiwán
Las relaciones entre China y Estados Unidos experimentan un nuevo pico de tensión tras la advertencia lanzada por el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, quien acusó a Pekín de preparar una invasión “inminente” a Taiwán. En respuesta, el gobierno chino advirtió a Washington que “no debe jugar con fuego” y expresó su firme rechazo a cualquier intento de injerencia extranjera en lo que considera un asunto interno.
China responde con dureza a las declaraciones de Washington
El Ministerio de Exteriores de China emitió un contundente comunicado en horas de la madrugada del domingo, en el que calificó las palabras de Hegseth como “provocadoras e incendiarias”. Según la cancillería china, el estatus de Taiwán no está abierto a negociación y corresponde únicamente al pueblo chino resolver sus diferencias.
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“El asunto de Taiwán es puramente interno de China. Ningún país extranjero tiene derecho a interferir”, declaró la portavocía del ministerio. Asimismo, Pekín afirmó haber presentado una protesta formal ante la administración del presidente Donald Trump, luego de lo que consideró una amenaza directa a la estabilidad de la región.
Advertencia desde el foro de seguridad más importante de Asia
Las tensiones se intensificaron durante el Diálogo Shangri-La, celebrado en Singapur, donde Hegseth aseguró que el Ejército Popular de Liberación ensaya a diario una ofensiva contra Taiwán. El jefe del Pentágono alertó que la amenaza podría materializarse antes de 2027.
“Déjenme ser claro: cualquier intento del Partido Comunista Chino de conquistar Taiwán por la fuerza resultará en consecuencias devastadoras para el Indopacífico y el mundo (…) La amenaza de China es real. Y podría ser inminente”, declaró Hegseth ante representantes de defensa de varias potencias regionales, incluyendo Japón, Australia y Filipinas.
Pekín se ausenta del evento y responde desde la Cancillería
A diferencia de años anteriores, China decidió no enviar a su ministro de Defensa, Dong Jun, al foro. En su lugar, la representación oficial estuvo a cargo del contralmirante Hu Gangfeng, quien forma parte de la Universidad de Defensa Nacional. Su intervención se limitó a rechazar las acusaciones de Estados Unidos, al considerar que buscan “sembrar problemas” y justificar una mayor presencia militar en Asia.
Esta ausencia ha sido interpretada como un gesto simbólico de protesta, mientras que la respuesta formal desde la Cancillería subraya la seriedad con la que Pekín ha recibido las declaraciones del secretario de Defensa estadounidense.
Acusaciones mutuas por militarización del mar de China Meridional
China aprovechó la ocasión para acusar a Estados Unidos de fomentar la confrontación entre bloques y de militarizar el mar de China Meridional, una región rica en recursos y estratégica para el comercio global. Pekín sostiene que Washington despliega armamento ofensivo en la zona y alienta a aliados regionales a desafiar sus reclamos territoriales.
“No hay ningún problema con la libertad de navegación en esta región. China gestiona sus diferencias mediante el diálogo y conforme a las leyes internacionales”, señaló el comunicado del Ministerio de Exteriores chino.
Washington, por su parte, ha expresado preocupación por el creciente número de maniobras militares chinas alrededor de Taiwán y en las aguas disputadas del Pacífico, en las que mantiene tensiones con países como Filipinas, Vietnam y Malasia.
Taiwán como punto central del conflicto estratégico
Taiwán se ha convertido en el eje de una disputa cada vez más delicada entre las dos principales potencias mundiales. Aunque Estados Unidos no reconoce oficialmente a la isla como una nación independiente, mantiene con ella relaciones militares y comerciales que China considera provocaciones a su soberanía.
La política de “una sola China” ha sido históricamente reconocida por Washington, pero el fortalecimiento de los vínculos con Taipéi ha generado irritación en Pekín, que insiste en que la reunificación con la isla es un objetivo irrenunciable.
El clima diplomático entre China y Estados Unidos se agrava en un momento de fuertes tensiones globales, con ambos países compitiendo por influencia en Asia y en el escenario internacional. Las advertencias cruzadas en el foro de Shangri-La reafirman que el conflicto por Taiwán sigue siendo uno de los focos más peligrosos del equilibrio geopolítico actual.