Messi debe retirarse: la verdad que ya no podemos ignorar
Lo que pasó en el partido entre Argentina y Chile es otra señal, otro capítulo que confirma lo inevitable: Messi debe retirarse. Ya no está para cambiar un partido, ya no genera miedo, ya no impone respeto. Y si seguimos aplaudiendo su pasado, vamos a ignorar el presente.
Argentina ganaba 1-0 sin problemas, sin Messi. Jugaban bien, dominaban, fluían. ¿Y qué pasó cuando entró él? Nada. Se apagó el equipo, se frenó la intensidad. Con Messi, Argentina no metió más goles. Con Messi, Argentina dejó de ser peligrosa.
¿Entonces? ¿Para qué lo meten?
Te Recomendamos
Lo dijo Scaloni: “Va a jugar unos minutos”. Como si fuera un compromiso, una especie de tributo constante. Pero esto no es un homenaje, esto es fútbol competitivo. Y en el alto nivel, jugar por nostalgia es un lujo que cuesta caro.
Yo sé que esto no le va a gustar a los mesilovers. Lo sé. Pero a mí no me mueve la idolatría. Me mueve la verdad. Messi debe retirarse, y lo digo con respeto, pero con firmeza. Hoy no aporta. Hoy estorba a un proceso que necesita renovar sangre, darle rodaje a los Nico Paz, a los nuevos talentos que sí tienen futuro.
No es odio. Es claridad.
Siempre es lo mismo: cuando digo que en el Mundial 86 hubo trampa, que en el 90 doparon a brasileños, que en Qatar les regalaron cinco penales, se ofenden. ¿Y por qué? ¿Por qué no podemos hablar con claridad? Messi forma parte de esa narrativa que no se puede tocar. Pero aquí estamos para incomodar.
¿Es el más talentoso de la historia? Puede ser. ¿Ganó todo? También. Pero eso no significa que deba jugar siempre. No significa que tenga derecho automático a minutos.
Hoy, Argentina está clasificada al Mundial. Hoy, la selección puede ganar sin Messi. Hoy, Messi ya no es indispensable.
Y no se trata solo de este partido. Messi viene arrastrando un nivel bajo desde hace tiempo. En la MLS camina, en la selección camina. Hoy entró al campo y no aportó absolutamente nada. Caminó. Dio pases sin riesgo. No marcó. No generó.
Y peor aún: le quitó minutos a jóvenes que sí necesitan curtirse en este tipo de partidos. ¿Qué necesidad había de sacarlos para meter a Messi a trotar?
Basta de protegerlo. Es momento de hablar claro.
En el fútbol no se puede vivir del pasado. Ganó en Maracaná, ganó un Mundial, sí. Pero eso no significa que pueda hacer lo que quiera. No está por encima del equipo. Y Scaloni, si es coherente, lo sabe.
¿Por qué no lo dejó en el banco? ¿Por qué no dejó que Nico Paz terminara el partido? ¿Por qué darle más minutos a alguien que no tiene nada nuevo que demostrar, en lugar de formar al futuro?
La verdad es incómoda, pero necesaria: Messi debe retirarse.
Es tiempo de una nueva generación. Es tiempo de pensar en lo que viene, no en lo que fue. Y si seguimos metiéndolo “porque es Messi”, vamos a atrasar el crecimiento de una selección que tiene potencial para seguir ganando… sin él.