La muerte del papa Francisco, ocurrida este lunes a los 88 años, ha dejado una huella profunda en el mundo católico y más allá. En un texto inédito difundido por medios italianos, Francisco había dejado claro que para él, la muerte no es el fin de todo, sino el comienzo de algo. Este mensaje, contenido en el prefacio del libro “En espera de un nuevo comienzo. Reflexiones sobre la vejez” del cardenal Angelo Scola se convierte en un testamento espiritual que adquiere una nueva relevancia tras su fallecimiento.
Un nuevo comienzo: El sentido de la vejez según Francisco
El texto fue escrito el pasado 7 de febrero y ofrece una meditación personal del pontífice sobre el sentido de la vejez y la vida eterna. En sus palabras, Francisco destaca que la vejez no debe verse como un problema, sino como una oportunidad espiritual y humana. “Es cierto que envejecemos, pero ese no es el problema: el problema es cómo envejecemos”, reflexionó el papa argentino.
La vejez, según Francisco, es una etapa que debe vivirse con gratitud, aceptando las limitaciones físicas y reconociendo la riqueza de la experiencia acumulada. Este enfoque sobre la vejez como un proceso que puede convertirse en una «edad de vida» también refleja la esperanza cristiana de que la muerte no es el fin, sino el paso hacia la vida eterna. Para Francisco, la vida eterna es el verdadero “nuevo comienzo”, el cual no es algo ajeno, sino que ya se experimenta en los pequeños actos cotidianos de la vida cristiana.
Te Recomendamos
La importancia de aceptar el envejecimiento: texto inédito del papa Francisco
Una de las ideas clave en el mensaje del papa Francisco es la importancia de aceptar la vejez tal como es, sin edulcorar la realidad ni temerle. En su reflexión, el papa resalta la necesidad de recuperar el orgullo del término «viejo», una palabra que a menudo es despectiva en las sociedades modernas. Francisco señaló que “decir viejo no significa ser desechado”, sino que implica una carga de sabiduría, experiencia y reflexión que la cultura actual tiende a ignorar.
Este enfoque renovado sobre el envejecimiento es un desafío directo a una sociedad que tiende a valorar más la juventud que la sabiduría acumulada con los años. Según Francisco, la verdadera dignidad de la vejez radica en cómo la persona vive este proceso, con gratitud, reflexión y aceptación de la disminución física, pero también con la conciencia de que hay una riqueza espiritual que solo puede alcanzarse con el paso del tiempo.
El papa Francisco a su salida del hospital Gemelli, el 23 de marzo, en Roma, Italia. EFE/Alessandro Di Meo
El papel de los abuelos en la sociedad según el papa Francisco
En su texto, el papa Francisco también abordó el importante papel que desempeñan los abuelos en la sociedad contemporánea. Subrayó que los abuelos son cruciales para el desarrollo equilibrado de los jóvenes, no solo en términos de educación y formación, sino también como transmisores de valores y memoria histórica. “El papel de los abuelos es de importancia fundamental para el desarrollo equilibrado de los jóvenes y, en última instancia, para una sociedad más pacífica”, escribió el papa.
En un momento en que muchas sociedades han perdido el contacto con sus tradiciones y con el valor de la experiencia intergeneracional, las palabras de Francisco subrayan la necesidad de recordar el papel vital de los abuelos en la formación de una visión de largo plazo. Su ejemplo de vida puede inculcar en los jóvenes la importancia de la paciencia, la reflexión y el respeto por la memoria del pasado.
La espiritualidad cristiana y la muerte: Reflexiones del papa Francisco
A lo largo del texto, el papa Francisco dedica una sección importante a la dimensión espiritual de la vejez y la muerte. En sus reflexiones, hizo referencia a las enseñanzas de Hans Urs von Balthasar y Joseph Ratzinger, figuras clave en el pensamiento teológico que marcaron su vida. Francisco destacó que el cristianismo no es solo una acción intelectual o una elección moral, sino un afecto hacia una Persona, esa figura central del cristianismo, Jesucristo, quien vino a nuestro encuentro para dar sentido a la vida y la muerte.
La muerte, según Francisco, es una “joya preciosa de fe y esperanza”, un paso necesario en el camino hacia la vida eterna. El texto de Francisco también elogió las palabras del cardenal Scola, quien abordó el sufrimiento y la muerte no solo desde una perspectiva intelectual, sino también desde un profundo sentimiento de esperanza cristiana.

Fotografía de archivo del papa Francisco. EFE/EPA/Oliver Matthys
El momento simbólico de la Capilla Sixtina
En una de las partes más emotivas de su texto, Francisco evocó el momento en que se revistió con el hábito papal en la Capilla Sixtina, en marzo de 2013. Esta imagen cargada de simbolismo, según el papa, representa un nuevo comienzo, el mismo que experimentamos en la vida eterna. La reflexión final de Francisco sobre su relación con el cardenal Scola es una muestra de la gratitud y el afecto que el pontífice sentía por aquellos que, como él, buscan encontrar sentido a la vida a través de la fe y la reflexión.
“Ahora, ambos, más viejos que aquel día, pero siempre unidos por la gratitud hacia este Dios amoroso que nos ofrece vida y esperanza a cualquier edad de nuestra vida”, concluyó el papa Francisco.