Marco Rubio sugiere asilo como opción para venezolanos sin protección migratoria
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, declaró este miércoles que los venezolanos que perderán el Estatus de Protección Temporal (TPS) pueden optar por solicitar asilo en EE.UU., tras la reciente decisión del Tribunal Supremo que avaló la revocación de este beneficio para cerca de 350,000 venezolanos.
Revocación del TPS para venezolanos
El Tribunal Supremo estadounidense respaldó el plan del Gobierno de Donald Trump para eliminar el TPS otorgado a venezolanos, lo que implica que estas personas quedarán en situación vulnerable y sujetas a posibles procesos de deportación. El TPS es un programa creado en 1990 que concede permisos temporales para permanecer legalmente en EE.UU. a personas provenientes de países afectados por conflictos, desastres o crisis que impiden un retorno seguro.
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Rubio plantea el asilo como alternativa
Durante una audiencia en la Cámara de Representantes, Marco Rubio indicó que los venezolanos que pierdan el TPS podrán iniciar procesos de solicitud de asilo en Estados Unidos. “Creo que muchas de estas solicitudes serán muy creíbles”, afirmó el senador, quien ha sido un crítico firme del régimen de Nicolás Maduro y un defensor del TPS para venezolanos.
Rubio subrayó que, si bien la mayoría de beneficiarios del TPS no tienen antecedentes criminales, existen algunos casos aislados que generan preocupación. “Si mil de ellos tienen antecedentes, eso representa un problema grave”, advirtió.
Críticas a la gestión previa del TPS
El senador republicano responsabilizó a la anterior administración de Joe Biden (2021-2025) por haber otorgado el TPS de manera generalizada, sin una revisión exhaustiva de los antecedentes de los solicitantes. Rubio afirmó que este hecho complicó la situación actual y justificó la decisión de revocar el estatus para ciertos grupos.
Reacciones frente a la revocación del TPS
La eliminación del TPS ha sido fuertemente criticada por legisladores demócratas, organizaciones de defensa de migrantes y la comunidad venezolana en Estados Unidos. Argumentan que regresar a Venezuela pone en riesgo la vida de quienes enfrentan una crisis política y humanitaria severa, además de una economía colapsada.
La comunidad latina y los grupos proinmigrantes han advertido que la revocación podría derivar en un aumento de deportaciones y en una mayor vulnerabilidad para miles de personas que han vivido y trabajado legalmente en EE.UU. por años bajo el amparo temporal.
¿Qué es el Estatus de Protección Temporal (TPS)?
El TPS se creó para proteger a inmigrantes de países con situaciones críticas como guerras civiles, desastres naturales o epidemias que imposibilitan un retorno seguro. A través de este estatus, los beneficiarios pueden vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos de manera temporal, mientras se resuelve la situación en su país de origen.
En el caso de Venezuela, el TPS fue aprobado en respuesta a la crisis política y social que afecta a la nación sudamericana. Sin embargo, con la revocación de este estatus, los afectados deben buscar alternativas legales para permanecer en EE.UU., siendo el asilo la opción principal que ha sugerido Marco Rubio.
El proceso de asilo y sus retos
Solicitar asilo implica demostrar ante las autoridades migratorias que la persona enfrenta persecución o peligro grave en su país de origen por razones políticas, religiosas, étnicas o sociales. Sin embargo, el proceso puede ser largo, complejo y no garantiza la aprobación inmediata, lo que genera incertidumbre para quienes pierden el TPS.
Analistas advierten que la transición del TPS al asilo requiere preparación y asesoría legal para que los migrantes venezolanos puedan presentar casos sólidos que justifiquen la necesidad de protección.
Situación actual de los venezolanos en EE.UU.
Según datos oficiales, cerca de 350,000 venezolanos cuentan con TPS en Estados Unidos, cifra que refleja la magnitud del impacto que tendrá esta decisión. La comunidad venezolana es una de las más activas y visibles entre los latinos en el país, y su futuro legal ahora enfrenta importantes desafíos.
La política migratoria estadounidense continúa en debate, con fuertes divisiones entre quienes defienden una mayor apertura para migrantes y quienes respaldan controles más estrictos.