El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se prepara para una visita a Washington programada para el próximo 14 de abril de 2025, donde será recibido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca.
El anuncio, realizado por Bukele durante un discurso televisado el martes 1 de abril, marca un hito en las relaciones bilaterales entre ambos países, especialmente tras la reciente colaboración en materia de seguridad y migración. La Cancillería de El Salvador confirmó que el encuentro abordará temas como la lucha contra pandillas transnacionales, el comercio y la cooperación militar, en un momento en que EE.UU. intensifica las deportaciones de presuntos criminales a la nación centroamericana.
Bukele, de 43 años, llega a esta visita como el primer líder del hemisferio occidental en ser recibido formalmente por Trump desde su toma de posesión en enero de 2025. El viaje ocurre tras un acuerdo entre ambos gobiernos que permitió el traslado de 238 venezolanos, presuntos miembros del Tren de Aragua, a la prisión de máxima seguridad CECOT en Tecoluca, El Salvador, el pasado 16 de marzo. La Oficina de Seguridad Nacional de EE.UU. destacó que esta colaboración ha fortalecido los lazos entre Washington y San Salvador, con Bukele ofreciendo su sistema penitenciario como una solución para deportados desde territorio estadounidense.
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El itinerario incluye una ceremonia oficial en el Rose Garden, seguida de una reunión privada en la Oficina Oval, según fuentes de la Casa Blanca. Trump, quien ha elogiado públicamente a Bukele por su mano dura contra el crimen, planea discutir la posible ampliación de vuelos de deportación, un tema que ha generado controversia tras el caso de Kilmar Abrego Garcia, un salvadoreño deportado por error a CECOT el 15 de marzo. La Embajada de El Salvador en Washington ya coordina la logística, mientras la Secretaría de Prensa Presidencial de El Salvador prepara una transmisión en vivo del evento.
Visita a Washington: Agenda prioritaria
La visita a Washington de Bukele pondrá énfasis en la seguridad regional. El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. reportó que, desde marzo, más de 400 presuntos pandilleros han sido enviados a El Salvador bajo un acuerdo bilateral, una política impulsada por Trump tras invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798. Bukele, quien ha reducido drásticamente las tasas de homicidio en su país, busca consolidar su imagen como aliado clave en la región. El Ministro de Justicia y Seguridad Pública, Héctor Villatoro, acompañará al presidente y presentará datos sobre el impacto del CECOT, que alberga a más de 12,000 reclusos.
Otro punto en la agenda será el comercio. El Salvador espera negociar excepciones a los aranceles impuestos por Trump el 2 de abril, que incluyen un 10% base a todas las importaciones. La Cámara de Comercio de El Salvador estima que las exportaciones de café y textiles al mercado estadounidense, valoradas en $2,500 millones anuales, podrían verse afectadas si no se logran acuerdos específicos. Bukele también planea abordar el fortalecimiento de la presencia militar estadounidense en Centroamérica para contrarrestar la influencia china, un tema que el Departamento de Estado ha calificado de «prioritario».
Bukele y Trump: Contexto y expectativas
La visita a Washington llega en un momento de alta visibilidad para Bukele, quien fue reelecto en febrero de 2024 con un 81% de los votos. Su estilo de gobierno, a menudo criticado por organismos internacionales por presuntas violaciones a derechos humanos, ha encontrado eco en la administración Trump, que lo ve como un modelo contra el crimen organizado. El Secretario de Estado, Marco Rubio, elogió recientemente las cárceles salvadoreñas como «las mejores de la región» tras una visita a CECOT el 3 de febrero.
El viaje también responde a tensiones recientes. El caso de Abrego Garcia, un residente de Maryland deportado por error y ahora en limbo legal en El Salvador, ha puesto presión sobre ambos gobiernos. La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) admitió el error en un comunicado el 31 de marzo, prometiendo coordinar su regreso, pero Bukele insiste en que cualquier liberación debe pasar por las autoridades salvadoreñas. Este incidente podría influir en las conversaciones del 14 de abril, con Bukele buscando garantías de mayor precisión en las deportaciones futuras.
Mientras tanto, la Policía Nacional Civil de El Salvador refuerza la seguridad en San Salvador ante posibles manifestaciones de opositores que critican la cercanía con Trump. La visita a Washington promete ser un evento clave para ambos líderes, con implicaciones que podrían redefinir la dinámica entre EE.UU. y Centroamérica en los próximos años.