La Casa Blanca confirmó este miércoles que mantiene líneas de comunicación abiertas con Irán, pese al reciente bombardeo de instalaciones nucleares en el país persa. En medio de un escenario de tensión creciente, el gobierno del presidente Donald Trump asegura que continúa “en una vía diplomática” con Teherán y que, aunque los contactos no garantizan un acuerdo inmediato, aún hay margen para evitar una escalada mayor en Medio Oriente.
La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, afirmó en rueda de prensa que la administración está comprometida con una solución pacífica, pese a las acciones militares recientes que afectaron tres centros nucleares iraníes en Isfahán, Natanz y Fordó. “El presidente quiere la paz, siempre la ha querido”, sostuvo Leavitt ante la prensa en la Casa Blanca.
Casa Blanca asegura que mantiene el canal diplomático con Irán
A pesar del ataque aéreo del sábado pasado, la Casa Blanca insiste en que la estrategia con Irán incluye elementos diplomáticos activos. “Estamos en comunicación directa con los iraníes. El presidente y su equipo, especialmente el enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, están hablando con ellos”, detalló Leavitt.
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La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, habla en una rueda de prensa, este 26 de junio de 2025, en la que confirmó la comunicación que mantienen EE.UU. e Irán. EFE/Jim Lo Scalzo
Estados Unidos bombardeó las plantas iraníes el fin de semana como respuesta a lo que calificó de amenazas nucleares inminentes. La ofensiva ha sido calificada por analistas internacionales como un punto de quiebre, aunque desde la Casa Blanca se insiste en que todavía hay voluntad para la negociación. Leavitt evitó dar detalles sobre una posible fecha para una nueva ronda de conversaciones, pero aseguró que “es muy pronto” para confirmar si habrá un encuentro presencial o virtual en los próximos días.
La portavoz también destacó la participación de Catar como facilitador clave en este proceso. “Los cataríes han sido socios fundamentales en cada paso. Han contribuido de manera discreta pero efectiva a mantener el canal abierto con Irán”, sostuvo Leavitt. Catar ha mediado en el pasado entre Irán, Israel y otros actores regionales para desescalar conflictos y coordinar ceses al fuego.
Casa Blanca menciona posibles acuerdos en la región con Irán
Además de los esfuerzos con Irán, la Casa Blanca indicó que mantiene comunicación constante con aliados del Golfo Pérsico y otras naciones árabes. El objetivo, según la portavoz, es alinear posiciones estratégicas que fortalezcan el vínculo entre Estados Unidos e Israel y, a la vez, impulsen una solución diplomática al actual conflicto.

Vista general de la planta nuclear de Bushehr, de Irán, en una fotografía de archivo EFE/Abedin Taherkenareh
“Nos mantenemos en contacto con nuestros socios del mundo árabe. Existe la posibilidad de que más países se sumen a los Acuerdos de Abraham”, señaló Leavitt, haciendo referencia a los pactos firmados durante la presidencia de Trump por naciones como Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán para normalizar relaciones con Israel.
La vocera añadió que el gobierno de Trump busca consolidar una “nueva era” en Medio Oriente basada en la cooperación mutua, pese a los desafíos. “La relación entre Estados Unidos e Israel nunca ha sido tan sólida”, remarcó Leavitt. Afirmó que este vínculo será una piedra angular en cualquier negociación futura con Irán.
La reciente ofensiva militar estadounidense ha generado preocupación entre aliados europeos, que piden contención a ambas partes. Sin embargo, desde la Casa Blanca insisten en que el operativo fue una acción preventiva necesaria y que ahora se prioriza una salida pacífica al conflicto. Funcionarios de Defensa confirmaron que no hay nuevas operaciones previstas, aunque todas las opciones permanecen “sobre la mesa”.
Casa Blanca enfrenta críticas por su estrategia frente a Irán
La confirmación del diálogo con Irán por parte de la Casa Blanca no ha apaciguado las críticas internas. Legisladores demócratas acusan a la administración de actuar de forma unilateral y de escalar innecesariamente una crisis que podría haberse contenido mediante la diplomacia multilateral.
Por su parte, varios analistas internacionales han señalado que la falta de claridad sobre los objetivos concretos de la estrategia estadounidense en Irán podría generar más incertidumbre que estabilidad. “La Casa Blanca dice que mantiene el diálogo, pero los hechos en el terreno muestran un camino hacia la confrontación”, declaró un exdiplomático estadounidense a medios internacionales.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido prudencia y exhortó a ambas partes a evitar más acciones militares. Irán, por su parte, ha condenado los ataques, aunque no ha roto oficialmente el diálogo. En medios estatales iraníes, las autoridades han advertido que cualquier agresión futura será respondida “con contundencia”, pero sin cerrar del todo las puertas a una negociación.
Mientras tanto, las conversaciones entre Steve Witkoff y representantes iraníes continúan con la mediación catarí. Según fuentes cercanas al proceso, uno de los puntos más sensibles en la mesa es la reactivación parcial del programa nuclear iraní, así como las condiciones de verificación internacional.
En paralelo, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha solicitado inspecciones inmediatas en los sitios afectados por el bombardeo para determinar los daños y verificar que no se haya producido una fuga radiactiva. La Casa Blanca no se ha pronunciado directamente sobre la participación de la AIEA, aunque funcionarios del Departamento de Estado han indicado que “se está evaluando la cooperación”.
Por ahora, el futuro del diálogo entre la Casa Blanca e Irán sigue siendo incierto. Lo que parece claro es que, pese a la ofensiva militar, ambos gobiernos mantienen abierta una puerta diplomática, aunque cada vez más frágil.