Ciberataque en la Casa Blanca: hackean teléfono de la jefa de Gabinete
La Casa Blanca confirmó este jueves un ciberataque que comprometió el teléfono personal de Susie Wiles, jefa de Gabinete del presidente Donald Trump. El ataque, que ya está siendo investigado por la Oficina Federal de Investigación (FBI), incluyó intentos de suplantación de identidad y acceso a información sensible relacionada con funcionarios de alto nivel del gobierno estadounidense.
“El FBI ha iniciado una investigación sobre un incidente que ha afectado a una de las principales asesoras del presidente Trump. La seguridad de nuestros funcionarios y sus comunicaciones es una prioridad absoluta”, declaró Kash Patel, director del FBI, en un comunicado oficial.
Suplantación de identidad y mensajes sospechosos
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Según fuentes cercanas al caso, los atacantes utilizaron el número telefónico de Wiles como señuelo para enviar mensajes SMS falsos a contactos en su lista personal. En esos mensajes, los ciberdelincuentes pedían a los destinatarios cambiar la conversación a aplicaciones de mensajería encriptadas como Telegram.
Una vez allí, los interlocutores eran presionados para compartir información confidencial sobre el presidente Trump o incluso realizar transferencias de dinero. Aunque no se han reportado víctimas directas de estafa hasta el momento, el nivel de sofisticación del ataque ha generado una fuerte alarma dentro del aparato de seguridad nacional.
“La suplantación era creíble, porque los mensajes parecían proceder de una fuente legítima y cercana al entorno del presidente”, explicó una fuente de seguridad consultada por medios estadounidenses. El objetivo aparente era obtener datos estratégicos o financieros mediante ingeniería social.
Vulnerabilidad en comunicaciones de alto nivel
El ataque contra Wiles pone de relieve la creciente preocupación sobre la ciberseguridad en el entorno presidencial. La funcionaria, una de las asesoras más cercanas a Donald Trump, maneja información delicada tanto sobre política interna como sobre estrategia electoral.
Wiles ha sido clave en la organización de la campaña de reelección de Trump y desempeña un rol esencial en la coordinación de la agenda política del mandatario. Por ello, cualquier acceso no autorizado a sus comunicaciones representa un riesgo directo para la seguridad nacional.
“La Casa Blanca se toma muy en serio la cuestión de la seguridad informática y esta situación está siendo investigada con todos los recursos disponibles”, afirmó un portavoz oficial. El gobierno no ha especificado si el teléfono comprometido contenía información clasificada, aunque se presume que el dispositivo era de uso personal y no gubernamental.
Posibles vínculos con actores extranjeros
Aunque el FBI no ha confirmado aún el origen del ataque, fuentes de inteligencia sugieren que podría tratarse de un operativo orquestado por actores estatales extranjeros. Rusia, China e Irán han sido señalados en el pasado por realizar campañas de ciberespionaje contra funcionarios de alto rango en Estados Unidos.
El contexto electoral ha vuelto a colocar en el centro del debate la amenaza de la interferencia digital. En los últimos años, Washington ha acusado públicamente a diversos gobiernos de intentar influir en los procesos democráticos mediante campañas de desinformación y ataques informáticos.
“El hecho de que intentaran obtener datos sobre el presidente Trump y solicitar dinero en efectivo podría indicar una operación más compleja, posiblemente vinculada a entidades hostiles al gobierno estadounidense”, señaló un analista de seguridad.
Refuerzan medidas de protección digital en la administración
En respuesta al incidente, la Casa Blanca ha iniciado una revisión de los protocolos de ciberseguridad aplicados a dispositivos personales de funcionarios clave. El objetivo es evitar que brechas similares puedan repetirse o escalar a sistemas gubernamentales más sensibles.
Además, se ha instruido al personal del gobierno a estar alerta ante posibles intentos de suplantación de identidad y a reportar cualquier comunicación inusual. La administración también ha reiterado la necesidad de utilizar canales oficiales y encriptados para el manejo de cualquier tipo de información relacionada con el presidente o con políticas estratégicas.
Este nuevo ataque se suma a una serie de incidentes recientes que subrayan la creciente vulnerabilidad de las figuras clave en la política estadounidense frente a amenazas digitales. La investigación continúa abierta y no se descarta que surjan nuevas víctimas o que el alcance del ataque sea mayor al detectado hasta ahora.