Empresas en EE.UU. sortean aranceles con vacíos legales
Varias compañías en Estados Unidos están utilizando una disposición poco conocida de la ley aduanera para reducir significativamente el costo de los aranceles impuestos por el Gobierno del presidente Donald Trump. Se trata de la “regla de primera venta”, un mecanismo vigente desde 1988 que permite calcular los aranceles en función del valor original de un producto, y no del precio final al momento de ingresar al país.
Este vacío legal ha cobrado relevancia en medio de la política comercial de la actual administración, que busca imponer nuevas tarifas a la mayoría de bienes importados. Desde que Trump regresó a la Casa Blanca en 2025, ha reiterado su intención de elevar los aranceles con el argumento de proteger la industria estadounidense y generar ingresos para el Estado.
Cómo funciona la regla de primera venta
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La regla de primera venta permite a los importadores declarar el valor del producto en su primera transacción internacional —por ejemplo, entre una fábrica china y un distribuidor de Hong Kong— como base para calcular el arancel, en lugar de usar el precio más alto pagado por la empresa estadounidense que lo vende al consumidor final.
Por ejemplo, si una camiseta es vendida por una fábrica en China a un intermediario por 5 dólares, y luego ese intermediario la vende a una tienda en Estados Unidos por 10 dólares, el arancel se calcula sobre los 5 dólares, no sobre los 10. Esto puede representar un ahorro significativo, especialmente en sectores donde los márgenes de ganancia son amplios.
Sid Paruthi, socio de la consultora Moss Adams, explicó que el interés por esta regla se ha disparado con el anuncio de nuevos aranceles generalizados. “Cuando en su primer Gobierno Trump impuso un 25% a productos chinos, las empresas empezaron a llamarnos. Ahora está pasando lo mismo”, afirmó.
Condiciones estrictas para aplicar la regla
Aunque parece una solución sencilla, no todas las empresas pueden acceder a este beneficio. Para aplicar la regla de primera venta deben cumplirse varios requisitos:
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El producto debe haber sido vendido al menos dos veces antes de llegar a EE.UU.
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Las ventas deben ser entre empresas no relacionadas entre sí.
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Se debe probar documentalmente que el producto fue fabricado con la intención de ser exportado a Estados Unidos.
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La documentación debe reflejar con claridad el valor de la transacción inicial.
Brian Gleicher, abogado de la firma Miller & Chevalier Chartered, advierte que no todos los proveedores están dispuestos a compartir información sobre sus precios de fábrica. “Hay que tener una buena relación y confianza entre las partes. Si no consigues el precio original, no puedes usar la regla”, explicó.
Industria de lujo y tecnología, entre las más beneficiadas
Varios sectores han empezado a adoptar esta estrategia para mitigar el impacto de los aranceles. En abril, la marca de lujo italiana Moncler confirmó públicamente que utiliza la regla para reducir el pago de tarifas, señalando que el valor industrial de sus productos es mucho menor que el precio final de venta.
Kuros Bioscience, una empresa suiza de biotecnología, también anunció en mayo que está modificando sus procesos operativos para adaptarse a esta herramienta. Su director financiero, Daniel Geiger, indicó que la firma está reorganizando su punto de distribución en Zúrich para cumplir con los requisitos de la regla y así reducir costos en sus exportaciones a Estados Unidos.
Compañías como Traeger, dedicada a la venta de asadores para barbacoa, y Fictiv, enfocada en soluciones de manufactura, también mencionaron en reportes recientes que la regla de primera venta les ha permitido enfrentar mejor los problemas en la cadena de suministro y reducir sus gastos en aranceles.
Una estrategia legal ante la política comercial de Trump
El uso de esta disposición legal se ha convertido en una respuesta estratégica de las empresas ante la intensificación de la guerra comercial. La administración Trump ha defendido los aranceles como una herramienta para fortalecer la economía nacional, pero diversos economistas y empresarios advierten que estos costos adicionales terminan repercutiendo en los consumidores estadounidenses.
Por ahora, la Casa Blanca no ha emitido comentarios sobre las implicaciones de esta práctica. Sin embargo, expertos en comercio advierten que el gobierno podría tomar medidas en el futuro si considera que la regla de primera venta está siendo utilizada de forma abusiva o perjudica la recaudación prevista por los nuevos aranceles.
Mientras tanto, el renovado interés por esta herramienta legal demuestra cómo las empresas continúan buscando maneras de adaptarse a un entorno económico cada vez más proteccionista, utilizando todos los recursos disponibles para mantenerse competitivas en el mercado estadounidense.