El presidente Donald Trump enfrenta presión de aliados clave y su base MAGA para desclasificar los archivos de Jeffrey Epstein, generando 15.2 millones de interacciones en redes sociales. Por lo tanto, figuras como el vicepresidente JD Vance y el director del FBI, Kash Patel, han exigido transparencia sobre la supuesta “lista de clientes” del financiero, fallecido en 2019. En consecuencia, la decisión del Departamento de Justicia (DOJ) de cerrar el caso, afirmando que no existe tal lista, ha desatado críticas. Además, la fiscal general Pam Bondi, antes promotora de la desclasificación, enfrenta cuestionamientos por un memorando que descarta nuevas revelaciones, según Axios.
Promesas iniciales de transparencia
Durante su campaña de 2024, Trump prometió desclasificar los archivos de Epstein, alimentando expectativas entre sus seguidores. Por su parte, en febrero de 2025, Bondi anunció en Fox News que tenía la “lista de clientes” en su escritorio, entregando documentos a influencers conservadores en la Casa Blanca. Sin embargo, estos archivos, etiquetados como “Fase 1”, contenían información ya conocida, como registros de vuelos del “Lolita Express” y el “libro negro” de contactos de Epstein. En consecuencia, la falta de novedades desató burlas y críticas, con el 65% de los votantes MAGA expresando decepción, según una encuesta de Rasmussen Reports.
Aliados presionan por más acción
El director del FBI, Kash Patel, ha sido un firme defensor de revelar los archivos. Por lo tanto, en 2023, antes de su nombramiento, afirmó que una citación del Congreso podría obtener la lista de clientes. En su audiencia de confirmación, prometió al Senado transparencia total. Sin embargo, tras revisar los documentos, Patel respaldó la conclusión del DOJ de que Epstein se suicidó y no hay lista incriminatoria. Pese a todo, su subdirector, Dan Bongino, expresó frustración, ausentándose del trabajo el 11 de julio, según NPR, tras criticar la falta de avances en su podcast de 2023.
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Postura de la Casa Blanca
Trump, visiblemente molesto, cuestionó el 8 de julio en una reunión de gabinete por qué se sigue hablando de “ese asqueroso” Epstein, según The New York Times. Por su parte, en Truth Social, afirmó que los demócratas “crearon” los archivos para desviar atención, minimizando su relevancia. En consecuencia, el DOJ, liderado por Bondi, publicó un memorando el 7 de julio declarando que no hay evidencia de chantaje por parte de Epstein ni de una “lista de clientes”. Además, Bondi afirmó que videos analizados eran pornografía infantil, no divulgables, intensificando las críticas de aliados como la representante Anna Paulina Luna.
Críticas desde el movimiento MAGA
La representante Luna exigió en X el 25 de febrero que Bondi respondiera sobre los archivos, tras cartas del Comité de Supervisión de la Cámara sin respuesta. Por lo tanto, el 8 de julio, reiteró que “el pueblo merece la verdad”. Otros aliados, como Marjorie Taylor Greene, Mike Lee, Lauren Boebert y Donald Trump Jr., también han presionado por una investigación exhaustiva. En consecuencia, figuras como Laura Loomer han pedido la renuncia de Bondi, acusándola de mentir al prometer revelaciones. Sin embargo, el DOJ insiste en que no hay pruebas de conspiraciones, respaldando el suicidio de Epstein con videos de seguridad.
Contexto del caso Epstein
Epstein, acusado de tráfico sexual de menores, murió en 2019 en una cárcel de Manhattan, catalogado como suicidio, aunque teorías conspirativas sugieren asesinato. Por su parte, su pareja, Ghislaine Maxwell, cumple 20 años de prisión, con una apelación pendiente ante la Corte Suprema. En consecuencia, el interés público persiste, ya que Epstein se relacionó con figuras como Bill Clinton y el príncipe Andrés, aunque no hay acusaciones formales contra Trump. Además, el 80% de los documentos desclasificados en febrero ya eran públicos, según el DOJ, frustrando a quienes esperaban nombres de cómplices. Pese a todo, la base MAGA mantiene la presión, exigiendo respuestas antes del plazo de apelación de Maxwell el 14 de julio.