¿Por qué Trump quiere castigar con aranceles a los BRICS?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una nueva ofensiva comercial al amenazar con imponer un arancel adicional del 10% a los países que se alineen con las políticas del bloque BRICS. La advertencia, emitida el domingo a través de su plataforma Truth Social, responde a las críticas del grupo a las políticas arancelarias de Washington y marca una escalada en las tensiones comerciales globales. Esta medida, que entrará en vigor el 1 de agosto, busca presionar a los socios comerciales para renegociar acuerdos antes de la reactivación de tarifas más altas.
Una advertencia directa a los BRICS
En su mensaje, Trump fue contundente: “Cualquier país que se alinee con las políticas antiamericanas de los BRICS deberá pagar un arancel adicional del 10%. No habrá excepciones”. La declaración llega tras la XVII cumbre de los BRICS, celebrada en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, donde líderes de Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Egipto, Irán, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos criticaron las medidas comerciales unilaterales de Estados Unidos. Aunque no mencionaron a Trump directamente, el bloque expresó “serias preocupaciones” por el impacto de las tarifas en el comercio global.
La cumbre, marcada por la ausencia física de líderes como Xi Jinping y Vladímir Putin, quien participó por videoconferencia, emitió un comunicado de 126 puntos que también abogó por reformas en instituciones como la ONU y el Fondo Monetario Internacional. Estas posturas han sido interpretadas por la administración estadounidense como un desafío directo a su agenda económica.
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Reactivación de la estrategia arancelaria
La amenaza de Trump coincide con el fin del período de suspensión de tarifas elevadas, originalmente establecidas el 2 de abril, al que el presidente llamó el “Día de la Liberación”. Estas tarifas, pausadas por 90 días, volverán a aplicarse si no se alcanzan nuevos acuerdos comerciales. El lunes 7 de julio, el gobierno comenzó a enviar cartas formales a gobiernos extranjeros para notificarles sobre las tarifas y negociar términos. Trump aseguró que espera que la mayoría de los países presenten acuerdos o respuestas antes del 9 de julio, fecha en que expira el plazo de suspensión.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, confirmó que las tarifas entrarán en vigor el 1 de agosto, pero enfatizó que la administración está abierta a cerrar acuerdos antes. “El presidente está estableciendo las tasas ahora, pero los países pueden elegir negociar o enfrentar las consecuencias”, señaló Lutnick desde Nueva Jersey, acompañando a Trump antes de un vuelo en el Air Force One.
Respuestas internacionales y negociaciones en curso
La estrategia de “máxima presión” de Trump ya ha dado frutos en algunos casos. Funcionarios estadounidenses confirmaron que se alcanzaron acuerdos con el Reino Unido y Vietnam, mientras que con China se pactó una reducción temporal de aranceles mutuos. Sin embargo, otros países muestran resistencia. El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, advirtió que no cederá fácilmente en las negociaciones, reflejando la cautela de varios socios comerciales.
La Unión Europea, por su parte, avanza en diálogos con Washington. El ministro de Finanzas de Francia expresó optimismo sobre un posible acuerdo, aunque no se han revelado detalles concretos. Mientras tanto, los BRICS han reiterado su rechazo a las tarifas, calificándolas de “indiscriminadas” y contrarias al derecho internacional, lo que intensifica el enfrentamiento económico.
Un mensaje de firmeza económica
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, negó que la medida sea un aplazamiento de las tarifas, aclarando que se trata de una fecha fija para su implementación. “Si los países quieren acelerar los acuerdos, que lo hagan. Si prefieren las tasas anteriores, es su decisión”, afirmó. Bessent destacó que la estrategia busca consolidar acuerdos bilaterales que favorezcan a Estados Unidos, al tiempo que se aísla diplomáticamente a los BRICS.
Con esta política, Trump refuerza su postura de “América Primero”, utilizando los aranceles como herramienta para presionar a aliados y adversarios por igual. A medida que las negociaciones avanzan, el impacto de estas medidas en el comercio global y las relaciones diplomáticas será un tema clave en los próximos meses.