Trump amenaza con otro recorte millonario a Harvard por “adoctrinamiento”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado su enfrentamiento con la Universidad de Harvard al anunciar que está considerando retirar 3.000 millones de dólares adicionales en subvenciones federales a la institución. Esta posible medida busca redirigir esos fondos a centros de formación profesional en todo el país, en lo que el mandatario considera una inversión más beneficiosa para el futuro de los estadounidenses.
El mensaje fue publicado este lunes en su plataforma Truth Social, donde Trump calificó a la universidad como “muy antisemita” y denunció su falta de cooperación con el Gobierno federal en torno a las recientes protestas propalestinas registradas en su campus.
«Una inversión necesaria», dice Trump sobre la formación profesional
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“¡Estoy considerando retirar 3.000 millones de dólares en subvenciones de una Harvard muy antisemita y dárselos a escuelas de formación profesional de todo el país! ¡Qué gran y tan necesaria inversión sería para Estados Unidos!”, escribió Trump en un mensaje que rápidamente generó reacciones en redes sociales y medios académicos.
El presidente argumentó que las escuelas técnicas ofrecen una alternativa más accesible y pragmática frente a lo que describe como una “élite académica desconectada”, señalando que muchas universidades como Harvard “reciben fondos públicos pero no rinden cuentas de su influencia política ni de su papel en fomentar ideas radicales”.
Subvenciones y visados: presión creciente sobre la Ivy League
Desde su retorno a la presidencia en enero de 2025, Trump ha sostenido una política de presión constante sobre varias universidades de la Ivy League, incluyendo Columbia y Harvard. En el caso de esta última, ya se han retirado casi 2.000 millones de dólares en subvenciones en los últimos meses, como parte de una estrategia para forzar cambios en sus políticas internas, particularmente en lo relacionado con la gestión de protestas estudiantiles y cooperación con las autoridades federales.
Además de los recortes financieros, la Casa Blanca anunció la semana pasada que suspenderá la emisión de nuevos visados para estudiantes extranjeros admitidos en Harvard. Aquellos que ya se encuentran en el país tendrían que transferirse a otras instituciones si no quieren arriesgarse a ser deportados. Esta medida fue temporalmente bloqueada por una jueza federal, pero el Gobierno planea apelar.
Presión por listas de estudiantes extranjeros
Una de las principales exigencias de la Administración Trump es que Harvard entregue una lista detallada de sus estudiantes extranjeros, con el objetivo de identificar a aquellos que participaron en manifestaciones propalestinas o en actividades que el Ejecutivo considera como amenazas a la seguridad nacional.
“Todavía estamos esperando las listas de estudiantes extranjeros de Harvard para poder determinar, tras un gasto absurdo de miles de millones de dólares, cuántos lunáticos radicalizados, todos ellos alborotadores, no deberíamos admitir de nuevo en nuestro país”, escribió Trump también este lunes.
La universidad no ha hecho comentarios oficiales sobre esta solicitud, aunque fuentes cercanas aseguran que se encuentra evaluando sus implicaciones legales. Mientras tanto, Trump acusa a Harvard de “ser muy lenta en la presentación de estos documentos, y probablemente con razón”.
Críticas a Harvard por supuesta permisividad con el antisemitismo
El conflicto entre el presidente y Harvard se agravó tras las manifestaciones estudiantiles en contra de la ofensiva israelí en Gaza, realizadas durante la primavera. Trump ha señalado que permitir estas protestas equivale a “dar alas al antisemitismo”, una acusación que ha reiterado en múltiples intervenciones públicas.
Asimismo, ha acusado a la universidad de “colaborar con intereses extranjeros”, incluyendo supuestos vínculos con el Partido Comunista Chino a través de sus programas de intercambio académico. Aunque estas afirmaciones no han sido respaldadas con pruebas concretas, forman parte del discurso del presidente sobre una “limpieza ideológica” en la educación superior.
Harvard, en la mira de la Casa Blanca
El Departamento de Educación y el Departamento de Justicia se encuentran revisando la estructura de financiación de Harvard, incluyendo sus exenciones fiscales y convenios con otras entidades. Trump ha insistido en que ninguna institución educativa debe estar por encima del escrutinio público, y menos si recibe fondos federales.
En el Congreso, legisladores republicanos han comenzado a respaldar la propuesta de redirigir subvenciones universitarias hacia la educación técnica, argumentando que responde mejor a las necesidades del mercado laboral actual.
El pulso entre Harvard y la Casa Blanca promete escalar aún más en los próximos días, con la posible publicación de nuevas órdenes ejecutivas y desafíos legales. Mientras tanto, las tensiones entre el Gobierno y el sector académico marcan un nuevo capítulo en el debate sobre libertad de expresión, seguridad nacional y el papel de la educación pública en la era Trump.