Trump llama “imbécil” al jefe de la Fed: ¿Por qué exige bajas tasas?
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a generar controversia este jueves al referirse al presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, como un “imbécil” durante un evento en la Casa Blanca. En su intervención, Trump criticó duramente la política monetaria de la Fed y reiteró su exigencia de que el organismo recorte los tipos de interés lo antes posible.
“Vamos a gastar 600.000 millones de dólares al año por culpa de un imbécil que dice: ‘No veo suficientes razones para bajar los tipos ahora’”, dijo Trump ante una audiencia de funcionarios y simpatizantes, en referencia directa a Powell.
Las declaraciones del mandatario se producen en un momento clave para la economía estadounidense, marcada por señales mixtas sobre inflación y crecimiento. A pesar de la presión política, Powell y el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) han mantenido sin cambios los tipos de interés, actualmente en un rango de entre 4,25 % y 4,5 %.
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La inflación se desacelera, pero la Fed mantiene cautela
Trump se refirió a los datos más recientes de inflación para justificar su reclamo. En mayo, el índice de precios al consumidor subió apenas una décima, por debajo de lo proyectado por los analistas. El presidente argumentó que esta desaceleración demuestra que no hay riesgo inflacionario significativo y, por tanto, la Fed debería actuar con rapidez para aliviar la carga de la deuda y estimular la economía.
“Si los precios están bajando, ¿por qué seguimos castigando a los estadounidenses con intereses tan altos?”, cuestionó el mandatario.
No es la primera vez que Trump presiona públicamente a la Reserva Federal. Desde su primer mandato, ha sido un crítico constante de Powell, a quien él mismo nombró en 2018. Durante su discurso, el presidente señaló que no tendría problema en que la Fed subiera los tipos si la inflación se disparara, pero aseguró que ese no es el caso actual.
Presiones sobre una Fed que defiende su independencia
La tensión entre el Gobierno y la Fed ha ido en aumento en las últimas semanas, a medida que se acercan las elecciones presidenciales de noviembre. Para Trump, una política monetaria más flexible es clave para sostener el crecimiento económico y asegurar condiciones favorables para los votantes.
No obstante, Powell ha reiterado en varias ocasiones que la Reserva Federal actúa de forma independiente y basada en datos económicos, no en presiones políticas. Su mandato como presidente del banco central se extiende hasta mayo de 2026, tras haber sido ratificado para un segundo período durante la administración de Joe Biden.
Durante su discurso, Trump incluso dejó entrever su frustración con la imposibilidad legal de remover a Powell de su cargo. “No puedo despedirlo, aunque sé más que él sobre economía”, afirmó.
Expectativas sobre la próxima reunión de la Fed
La próxima cita clave será la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto, programada para los días 17 y 18 de junio. Allí se espera que los responsables de política monetaria revisen nuevamente los datos de inflación, empleo y crecimiento antes de tomar una decisión sobre los tipos de interés.
Trump, sin embargo, no esperará a esa fecha para seguir con su ofensiva. En sus últimos eventos de campaña ha insistido en que los altos tipos de interés afectan negativamente a las pequeñas empresas, al mercado inmobiliario y al bolsillo de las familias trabajadoras. Su llamado a una reducción inmediata de al menos un punto porcentual ha sido una constante en sus discursos económicos recientes.
Un tema con impacto electoral
Más allá de las implicaciones económicas, el enfrentamiento con la Fed también tiene un trasfondo político. Trump está utilizando el tema de las tasas de interés como una bandera en su campaña electoral, prometiendo que, de ser reelegido, garantizará un entorno económico más favorable para los ciudadanos.
Mientras tanto, Jerome Powell se mantiene firme en su postura técnica, recordando que las decisiones del banco central deben basarse en evidencia y en el objetivo de largo plazo de estabilidad de precios y pleno empleo. La presión desde la Casa Blanca, sin embargo, parece no tener intención de cesar.