Trump y su paquete legislativo, bajo la lupa de senadores GOP
El presidente Donald Trump ha puesto presión directa sobre los senadores republicanos para que aprueben rápidamente su paquete legislativo que incluye recortes fiscales, nuevos requisitos laborales para programas sociales y medidas de seguridad nacional. Sin embargo, varios senadores del Partido Republicano ya advirtieron que se necesitan modificaciones antes de que el proyecto pueda avanzar en la Cámara Alta.
A pesar del llamado del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a mantener intacta la medida que fue aprobada por un estrechísimo margen de 215 votos contra 214, los senadores republicanos han mostrado una postura más cautelosa. En declaraciones televisadas, Johnson pidió a sus colegas en el Senado que hicieran los mínimos cambios posibles para mantener “el equilibrio” alcanzado en la Cámara Baja y evitar tensiones internas en el partido.
Una victoria ajustada en la Cámara Baja que no garantiza un camino fácil en el Senado
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La aprobación del paquete legislativo en la Cámara de Representantes ocurrió tras un intenso debate nocturno y una votación cerrada. La medida incluye recortes significativos a programas sociales como Medicaid y SNAP, así como una reforma tributaria que busca ampliar las exenciones para individuos y corporaciones.
Sin embargo, tres republicanos rompieron filas: Thomas Massie (Kentucky), Warren Davidson (Ohio) y Andy Harris (Maryland), este último votando «presente» en protesta simbólica. Todos los demócratas votaron en contra del proyecto.
El Senado, donde los republicanos tienen una ajustada mayoría de 53 escaños, representa un nuevo obstáculo. Aunque se espera que la medida pueda aprobarse a través del proceso de reconciliación presupuestaria, que evita el filibusterismo demócrata, incluso pequeñas objeciones dentro del bloque republicano pueden poner en riesgo el calendario propuesto por Trump, quien desea que la legislación esté lista antes del 4 de julio.
Rand Paul y Ron Johnson, entre los más críticos del plan fiscal
El senador Rand Paul, de Kentucky, uno de los principales críticos del aumento del gasto público, expresó su oposición al paquete por considerar que disparará la deuda nacional. “Los recortes actuales son enclenques y anémicos”, dijo en entrevista, y aseguró que solo respaldaría el plan si no implicara elevar el techo de la deuda en cinco billones de dólares.
Ron Johnson, senador por Wisconsin, también advirtió que votará en contra si no se recortan más gastos. “Esta es nuestra única oportunidad para regresar a un nivel de gasto razonable anterior a la pandemia”, indicó. Johnson criticó que la Cámara Baja “se precipitó” y no buscó soluciones más sostenibles.
Ambos senadores confirmaron que al menos otros tres colegas podrían votar en contra, lo que pondría en aprietos al liderazgo republicano en su intento de aprobar el proyecto sin enmiendas de fondo.
Discrepancias sobre Medicaid y el programa de cupones de alimentos
Una de las propuestas más controvertidas del paquete legislativo es el endurecimiento de los requisitos laborales para acceder a Medicaid. Aunque en general existe consenso entre los senadores republicanos sobre esa reforma, algunos miembros del partido han expresado preocupación por el impacto que podrían tener ciertos recortes en hospitales rurales o en el costo de la atención médica.
La senadora Susan Collins (Maine), junto con Jerry Moran (Kansas) y Josh Hawley (Missouri), manifestó inquietud sobre cómo estos ajustes afectarían a sus electores. Hawley reveló que conversó directamente con Trump sobre el proyecto y que el mandatario le dijo: “No lo toques, Josh”.
Por otro lado, varios senadores del partido temen que trasladar el financiamiento del programa de cupones de alimentos a los estados podría representar una carga presupuestaria adicional, especialmente para estados con altos niveles de pobreza.
Otros puntos conflictivos: subastas de espectro y red de seguridad agrícola
El senador Mike Rounds (Dakota del Sur) destacó que el tratamiento que el proyecto da a las subastas de espectro —la venta de derechos de transmisión de telecomunicaciones— podría ser un punto de quiebre. “Es un factor decisivo para mí”, afirmó.
Asimismo, John Hoeven, de Dakota del Norte, adelantó que busca asegurar recursos para programas de apoyo agrícola, como parte de las negociaciones para una futura ley agrícola más amplia. “Habrá cambios en varias áreas”, indicó.
Hoeven también insistió en que la meta sigue siendo lograr la aprobación con “50 más uno”, lo que implica un arduo trabajo de coordinación interna. Pese al respaldo general al paquete legislativo por parte del Partido Republicano, las diferencias internas sobre gasto, salud y política agrícola hacen evidente que la versión final del proyecto no será idéntica a la que salió de la Cámara de Representantes.