El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha defendido este lunes el gesto de Qatar al regalar un Boeing 747-800 de lujo que, a partir de ahora, será utilizado como aeronave presidencial. Aunque Trump afirmó que no lo usará una vez termine su mandato, destacó que el obsequio será de gran utilidad para el Departamento de Defensa y que representa un «gesto de buena voluntad» de parte del país árabe.
Un regalo significativo de Qatar
El Boeing 747-800 que Qatar ha regalado a Estados Unidos será modificado para convertirse en el nuevo avión presidencial, reemplazando a las aeronaves actuales que tienen más de 40 años de antigüedad. Trump aseguró que este tipo de aviones requiere un mantenimiento constante y costoso, lo que hace aún más valioso el obsequio. «Creo que ha sido un gesto muy bonito», expresó el presidente, refiriéndose a la generosidad de Qatar al ofrecer este avión de lujo.
En sus declaraciones a la prensa, Trump destacó la necesidad de renovar la flota presidencial, señalando que los aviones actuales del gobierno estadounidense están desactualizados, y el dinero gastado en su mantenimiento es «astronómico». Sin embargo, subrayó que el avión no es un obsequio personal para él, sino para el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. «No es un regalo para mí. Es un regalo para el Departamento de Defensa», aseguró el presidente.
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Fotografía de archivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mientras desciende del Air Force One, el avión de la Presidencia estadounidense. EFE/ Cristóbal Herrera
Críticas y preocupaciones por el gesto de Qatar
A pesar de que Trump minimizó el impacto de este obsequio, el regalo de Qatar ha generado una fuerte controversia en Estados Unidos. La posibilidad de que un país extranjero regale un avión de tal magnitud ha despertado críticas, especialmente en un contexto en el que se percibe que Qatar podría estar buscando algún tipo de favor a cambio. Sin embargo, Trump restó importancia a las especulaciones y reiteró que no se había comprometido a ofrecer nada a Qatar a cambio del avión.
Al ser cuestionado por los periodistas sobre si Qatar había solicitado algo a cambio del obsequio, el presidente de Estados Unidos indicó que «no han pedido nada». Trump también añadió que Estados Unidos ha estado ayudando a muchos países de la región a mantenerse seguros y que este gesto de Qatar es simplemente una forma de fortalecer la relación entre ambos países.
Legalidad del obsequio
La controversia generada por el regalo de Qatar llevó a la Casa Blanca y al Departamento de Estado a realizar una revisión legal sobre la aceptación del avión. La oficina legal de la Casa Blanca y el Departamento de Estado encargaron un informe que validó la legalidad del obsequio, permitiendo que el avión fuera aceptado sin violar ninguna normativa. Esta medida de precaución se adoptó para garantizar que el regalo no violara las leyes sobre la recepción de obsequios por parte de funcionarios públicos, especialmente en el contexto de las relaciones internacionales.
Fotografía de archivo del Air Force One, el avión de la Presidencia de Estados Unidos, que actualmente ocupa Donald Trump. EFE/ Renato Pajuelo
El Boeing 747-800, una joya de la aviación
El Boeing 747-800 que Qatar ha regalado a Estados Unidos tiene 13 años de antigüedad, y aunque aún está en buen estado, requiere modificaciones para ser utilizado como el avión presidencial de los Estados Unidos. El avión, una versión más moderna del conocido Boeing 747, será adaptado para cumplir con las estrictas normas de seguridad y comodidad que requiere la flota presidencial.
Actualmente, el gobierno estadounidense cuenta con dos aviones Air Force One, que llevan en servicio desde los años 90, y que han sido la sede del presidente en sus viajes oficiales alrededor del mundo. Estos aviones, aunque operativos, están empezando a mostrar signos de envejecimiento, lo que hace que la renovación de la flota presidencial sea una prioridad.
La modificación del Boeing 747-800 para convertirlo en el nuevo Air Force One será un proceso costoso, pero que podría resultar beneficioso a largo plazo al reducir los costos de mantenimiento de los aviones antiguos y ofrecer una aeronave más moderna y eficiente para el presidente de Estados Unidos.